Hoy es uno de esos días que pueden cambiar el rumbo de la historia. Aunque cualquiera se fía. Esto no lo digo yo, lo dicen los periódicos, con títulos como "El planeta se la juega en la Cumbre del Clima de París". El calentamiento global es un problema que no nos parece importar demasiado...ya veremos qué pasa en los próximos años. Porque es un problema de esos que, por más que ignores, no va a desaparecer. Puede que esta vez los gobernantes lleguen a acuerdos, y puede que hasta los cumplan. Intentaré mantener mi optimismo.
Todos los temas que ahora se dedican a discutir los políticos en la COP han sido estudiados por los científicos que forman parte del IPCC (Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, más conocido por sus siglas en inglés). Esta organización se dedica a realizar evaluaciones científicas periódicas sobre el riesgo de cambio climático provocado por las actividades humanas. Participan en su creación científicos que voluntariamente evalúan los datos y crean un informe (que posteriormente hay que resumir para los políticos...en fin...) que recoge sus conclusiones, basadas en los datos medidos.
Protesta en la Plaza de la República de París frente al cambio climático. Debido a la prohibición de manifestaciones en la capital gala, se colocaron cientos de zapatos en la plaza, representando a los manifestantes. Fuente: El Mundo.
Los bosques, tan importantes para la humanidad, para el resto de especies animales y para el mantenimiento de los ecosistemas, se verán afectados por el calentamiento global. Y según muestran algunos estudios, ningún bosque está libre de sufrir los efectos negativos.
Incluso bajo hipótesis conservadoras, los cambios climáticos futuros probablemente incluyan nuevos aumentos en la temperatura media (unos 2-4 °C a nivel mundial) con una desecación significativa en algunas regiones, así como el incremento en la frecuencia y severidad de sequías extremas, temperaturas extremas y olas de calor.
Entender y predecir las consecuencias de estos cambios climáticos en los ecosistemas resulta ser uno de los grandes retos científicos actuales y prever los impactos sobre los bosques es de vital importancia.
Logo de la Conferencia sobre el cambio climático que se está realizando en Paría. Han acudido más representantes de más países que en ninguna ocasión anterior. Fuente : google imágenes.
Los bosques (bajo una definición amplia que incluya zonas densamente arboladas y sabanas), cubren el 30% de la superficie terrestre del mundo. Alrededor del globo muchas sociedades dependen de los bosques porque les proporcionan madera, protegen las cuencas...Aunque una serie de respuestas pueden y se deben esperar, los recientes casos de aumento de la mortalidad de los árboles y extinciones provocadas por la sequía y / o las altas temperaturas aumentan la posibilidad de que una mortalidad forestal amplificada pueda estar ocurriendo ya en algunos lugares, en respuesta al cambio climático global. Ejemplos de recientes extinciones están particularmente bien documentados para las partes del sur de Europa y para los bosques templados y boreales del oeste de América del Norte, donde las tasas de mortalidad de fondo han aumentado rápidamente en los últimos años/décadas . El factor causal común implicado es la temperatura y / o el aumento del estrés hídrico, aumentando la posibilidad de que los bosques del mundo estén cada vez más respondiendo al calentamiento actual y a la desecación.
A continuación se ofrece una visión general de la mortalidad de los árboles al estrés hídrico y el aumento de la temperatura a nivel global.
Los puntos blancos indican localidades documentadas con mortalidad forestal relacionada al estrés climático de la sequía y las altas temperaturas. El mapa de fondo muestra la limitación potencial ambiental a la Producción Primaria Neta de la vegetación. La mortalidad forestal por la sequía y el calor a menudo es documentada en zonas relativamente secas (rojo/naranja/rosa) pero también ocurre fuera de estas regiones. Fuente: google imágenes.
Amplias extinciones espaciales están comúnmente asociadas a los déficits de agua prolongados en tipos de vegetación como la sabana y el bosque de coníferas templado durante sequías de varios años. Notablemente, sin embargo, la mortalidad causada por la sequía no se restringe a los bosques típicamente pensados como limitados por agua, como se destaca en los eventos, en los países con selvas tropicales de Borneo, donde la mortalidad a nivel de fondo ha llegado a ser tan alta como del 26% después del severo ciclo de El Niño 1997/1998 o la cuenca del Amazonas en 2005. La mortalidad en los bosques tropicales húmedos y estacionalmente secos parece ser relativamente difusa e incitada la mayoría de las veces por cortas pero extremas sequías estacionales. En bosques templados, las sequías (estacionales) cortas pueden ser más propensas a inducir la muerte regresiva de árboles de hoja ancha (angiospermas de hoja caduca) que de coníferas (árboles de hoja perenne) por el aumento de su vulnerabilidad debido a la cavitación del xilema (la cavitación puede aparecer en el xilema de las plantas cuando el potencial del agua se hace tan grande que el aire disuelto dentro del agua se expande hasta llenar la célula de la planta. Las plantas generalmente son capaces de reparar los daños producidos por la cavitación, por ejemplo con la presión de bombeo de las raíces).
Bosque suizo durante una grave sequía que tuvo lugar en 1999. La mortalidad provocada por la sequía se ha ido incrementando a lo largo de los años. Fuente: Nature.
Los recientes y abundantes
ejemplos de sequía y mortalidad de árboles en todo el mundo sugieren que ningún
tipo de bosque o zona climática es invulnerable al cambio climático
antropogénico, incluso en entornos que normalmente no se consideran limitados
por agua.